Muy entusiasmado con la etapa independiente que inició en 2006, después de doce años en el grupo Árbol, Edu Schmidt cuenta con orgullo que dos años atrás hizo un total de 72 recitales, sin manager y concertados a solas desde su computadora. "Tengo un autito chiquito y viajamos los cuatro músicos y en general nos esperan con una batería armada. El año pasado hicimos menos actuaciones, porque estaba preparando el nuevo disco," explica.
Se refiere a Chocho, su flamante segundo álbum como solista, autoproducido y financiado con plata prestada. Es una colección de diez canciones muy variadas, casi todas compuestas junto al ex-Kapanga Marcelo "Balde" Spósito. El primer corte es "Un río", cuyo videoclip cuenta con la participación de Milo Lockett, quien hizo el arte de tapa.
"No lo conocía –relata– pero pensé en él y busqué cómo contactarlo. le conté lo que quería hacer y me dijo que haría lo que necesitara. ¡Hasta le propuse estar en el video y también aceptó! Para mí, es la estrella del disco. Quiero seguir en contacto con Milo, y hacer acciones solidarias o algo juntos".
El famoso artista plástico chaqueño no es el único nombre fuerte en la ficha técnica de Chocho, ya que también participan músicos como Ciro Pertusi, Willy Piancioli y su ex-compañero de Árbol, Pablo Romero. "Retomamos la relación a través de algunos mails –dice– y por eso fue medio jugado convocarlo, porque recién nos estábamos reconectando".
Con respecto al trabajo con Balde, detalla lo siguiente: "Hace algunos años empezamos a hacer un disco infantil juntos, que ya va por la mitad, y al preparar esta grabación lo llamé para que me ayudara a cerrar algunos temas que tenía esbozados. La composición fue muy compartida y creo que extrañaba tener una pareja compositiva".
A diferencia de El silencio es salud, su disco del 2009, en esta oportunidad Edu Schmidt arrancó con la grabación en su casa, cuando aún estaba en la etapa de composición. Recién después le incorporó la banda y los invitados.
"Con Willy, de Los Tipos –hace memoria– nos encontramos casi de casualidad, porque lo llamé para participar en un disco de Hijos del Sofá, que yo estaba produciendo. Y Ciro ya me había invitado a grabar con Jauría. Otra invitada especial es mi psicóloga, que en un tema dice la frase '¿Cómo fue esta semana?'".
–¿Cómo se trasladan estas canciones a los recitales?
–Ya hice unos 30 shows este año, y en vivo hay temas muy de banda u otros que hago a solas con el charango. El show es más hardcore: el clima sube y baja, no disparo nada pregrabado y el batero no usa clics. Sigo haciendo temas de Árbol, siempre, como "El fantasma", "Chica anoréxica", "Rosita" y "Pequeños sueños".
–¿Cómo es tu público ahora?
–Algunos quizás tenían diez años cuando me fui de Árbol, que si lo vieron en vivo fue uno de sus primeros shows. Ahora se arma una relación de complicidad con la gente, porque no tengo espacio en radios ni canales. Todavía me estoy haciendo conocido y pagando derecho de piso.
–¿Extrañás estar en un grupo?
–Creo en los grupos operativos. Es el mundo ideal. Pero a veces los roles están más claros en el teatro que en la música, donde quizás las cosas se complican innecesariamente y se tarda por buscar consensos. «
Fuente: Tiempo Argentino