
La cuota para el pago de la moratoria, que primero tendrán que convalidar los legisladores, se ajustará “al régimen de movilidad jubilatoria que se aplica dos veces por año: en marzo y septiembre”, para evitar que "se desfinancie" el sistema previsional.
Sin embargo, la Presidenta aclaró que en el texto de la iniciativa la Anses "se reserva el derecho de que la nueva moratoria llegue a los sectores de necesidad social, que sea justo y equitativo”. Eso implica, además de la principal diferencia con el programa de 2005, la limitación al ingreso irrestricto al mecanismo.
“De esta manera, se hace un sistema que tendrá sustentabilidad, que realmente sea un círculo virtuoso y todos podamos decir que hemos cumplido con el sueño de Eva Perón de que todos los mayores tengan cobertura", subrayó Cristina, que recordó que en 2005 "de cada diez personas en condiciones de jubilarse, la mitad estaba afuera”. “Y el 73% eran mujeres, las explotadas de siempre”, remató.
Esta disposición fue complementada con otro anuncio: la universalización de la Tarjeta Argenta, que servirá como identificación para los trámites de los jubilados. En tal sentido, precisó que a través de este sistema se entregaron 592.011 créditos por más de 39 millones de pesos. A partir de ahora, dijo, se registrará una ampliación de la financiación de 15.000 a 20.000 pesos, con la posibilidad de que 7.000 pesos se otorguen en efectivo.
El anuncio fue realizado durante un acto en el que también firmó un acuerdo para ampliar las prestaciones del "Programa Sumar" con la Ciudad de Buenos Aires y las provincias de Santa Cruz y Córdoba. Por eso en la actividad oficial estuvo presente la vicejefa de Gobierno porteño, María Eugenia Vidal.